Sierra de la Culebra, un año después del desastre: el turismo ha huido de la zona

Las casas rurales y los programas de observación de lobos denuncian que no han recibido las ayudas prometidas

Imagen de archivo de la Sierra de la Culebra en llamas.
Imagen de archivo de la Sierra de la Culebra en llamas.
  1. El segundo peor de la historia
  2. Las casas rurales no tienen reservas
  3. Campaña de marketing
  4. Sin ayudas
  5. Los programas de observación de lobos se quedan fuera
  6. “Tendremos que movernos nosotros”
  7. Contra el fuego
La Sierra de la Culebra en llamas.
La Sierra de la Culebra en llamas.

Hace un año, la Sierra de la Culebra protagonizó, dramáticamente, la actualidad nacional, por los devastadores incendios que sufrió, devastaron más de 60.000 hectáreas en la provincia de Zamora. Hoy, las cosas andan mal porque este año el turismo no ha llegado.

El 15 de junio se inició el primer fuego, entre las localidades de Ferreras de Arriba y Sarracín de Aliste, y dos días después comenzó otro, en Losacio. La causa de ambos incendios fue un fenómeno de tormenta seca.

Copérnico, el programa europeo de observación de la Tierra, cifró en 25.228 hectáreas el incendio de la Sierra de la Culebra y el de Losacio, en casi 36.000 hectáreas.

El segundo peor de la historia

El suceso de la Sierra de la Culebra ha pasado a la historia como el peor incendio de Castilla y León y el segundo más devastador desde que España lleva registro.

Trece municipios tuvieron que ser evacuados y murieron cuatro personas. La Coordinadora Rural Zamora y la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la Universidad de Salamanca (Usal) estimaron que provocó 76,1 millones de pérdidas en servicios de ecosistemas.

Hoy el sector turístico sigue siendo el más afectado. Los campamentos de verano han recuperado actividad, pero las casas rurales y los programas de avistamiento de lobos tienen menos clientes. Estos últimos denuncian un “abandono total” de las instituciones.

Las casas rurales no tienen reservas

Este año, muchos alojamientos turísticos están prácticamente vacíos. La propietaria de dos casas rurales de Ferreras de Arriba afirma: “La gente no viene como venía antes”. De hecho, a estas alturas solo tiene reservados dos días de agosto.

‘La Botica del Lobo’, situada en Villardeciervos, tiene clientes dos semanas de agosto. Mientras que otros años agosto estaba completo, o incluso había más clientes que casas, este año muchos alojamientos no tienen casi reservas.

Desde la Casa Rural ‘La Lavadera’ (Ferreras de Arriba), que llevan casi veinte años en el negocio, aseguran que nunca han estado tan mal. Hasta 2022 se encontraron completos, pero desde enero de 2023 no han tenido casi clientes.

 

Campaña de marketing

La propietaria de ‘La Botica del Lobo’ reclama una mayor campaña de marketing con el fin de vender la zona como destino turístico, incluso al extranjero, aprovechando que el AVE conecta Zamora con Madrid. “La Consejería de Turismo tiene un reto”, afirma.

Los propietarios no lo “achacan todo a los incendios”. Hablan también dela crisis económica, la inflación, y el deseo de los españoles de irse al extranjero después de la pandemia, como factores que han influido también en que no se alquilen sus alojamientos.

Quien se mantiene optimista indica que mucho del turismo que reciben es de tránsito. Es decir, que solo van a los pueblos a dormir, pero durante el día llegan hasta León visitando los alrededores, o pasan el día en los embalses y playas fluviales huyendo del calor.

En 2022, con el incendio, muchos cancelaron las reservas de agosto, pero también se acercó “mucha gente mayor para comprobar cómo habían quedado sus tierras”, indica el propietario de la Casa Rural ‘La Lar’ (en Otero de Bodas).

Sin ayudas

Aunque la versión sobre la afluencia de turistas este verano puede variar según con quién se hable, en lo que todos coinciden es en que no han recibido ningún tipo de ayuda por parte de las instituciones.

La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de Castilla y León prometió 5,5 millones de euros a las empresas turísticas situadas en los municipios afectados por el incendio en la Sierra de la Culebra. Sin embargo, “las ayudas las han dado con matices, porque exigían unas condiciones inadmisibles”.

Varias propietarias protestan de que se exigía un gasto de cinco mil euros, pero “sin clientes, ¿qué gasto vamos a tener?”. “No veo la diferencia entre que te declaren zona catastrófica y que no lo hagan”, indican desde ‘La Lavadera’.

También afirman que recibieron más ayuda por la pandemia que ahora.

Los programas de observación de lobos se quedan fuera

La Sierra de la Culebra es considerada el paraíso del lobo ibérico. Desde LLOBU, empresa de Observación del lobo ibérico en la Sierra de la Culebra, proclaman que la catástrofe fue “real” y que en agosto de 2022 sufrieron un “parón importante”.

En 2023, tienen más clientes, pero todavía no se han recuperado del todo. Tanto LLOBU como ‘Aherca. Tras la huella del lobo’, insisten en que queda mucha sierra viva y el lobo no se ha ido.

Al igual que las casas rurales, estos empresarios tampoco han recibido ayudas. Como autónomo, el dueño de LLOBU mantiene unos gastos fijos, pero ha percibido menos ingresos. Denuncia un “abandono total” por parte de la Junta de Castilla y León. Desde LLOBU, reivindican que no han recibido ayuda económica, ni se han puesto en contacto con los vecinos.

David Enjuto, CEO de Aherca, se quedó sin ayuda “porque el epígrafe que contempla su tipo de negocio no quedaba contemplado por la Administración”.

“Tendremos que movernos nosotros”

Las plataformas ‘La Culebra No Se Calla’ y ‘Todos contra el Fuego’ organizan eventos solidarios y realizan labores de recuperación de la Sierra. Desde ‘La Culebra No Se Calla’ explican: “Si la Junta no se mueve, pues tendremos que movernos nosotros”.

Reclaman sobre todo medidas de prevención, y la apertura de viveros autóctonos para replantar. Reciben donaciones de colegios, asociaciones culturales, particulares… con las que han podido adquirir quince mil árboles para la reforestación de la Sierra.

Contra el fuego

El colectivo ‘Todos contra el Fuego’ puso en marcha un plan de recuperación y mejoras del hábitat con varios objetivos: dotar de alimento y agua a la fauna, retirar el arbolado quemado y restaurar los terrenos afectados.

También han promovido proyectos benéficos con el fin de recaudar fondos destinados a ayudar a los afectados. Por ejemplo, con la colaboración de artistas de la zona, como la fotógrafa artística Susana Cabana y los escritores Amanda La Roca y José Almeida, organizaron calendarios y exposiciones solidarias.

La naturaleza, por su parte, se ha ayudado sola, explica Cabana. “Con las lluvias del otoño y de la primavera ha salido hierba, aunque ahora las montañas están sin árboles y de color negro”. Desde la Plataforma ‘La Culebra No Se Calla’ reclaman que no se han tomado medidas de prevención, porque, “como vuelva alguna tormenta seca, de Codesal para arriba volverá a ocurrir lo mismo porque hay muchos puntos de la Sierra donde la vegetación está comiendo hasta las propias carreteras”.

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