Elecciones 23J: Sánchez adelantó las elecciones para frenar una operación de Page, Felipe González y Bono con el objetivo de derribarle

El calendario se fijó en dos encuentros celebrados este mes: toma de posesión en Castilla-La Mancha, aprovechar hasta diciembre para construir una candidatura alternativa con apoyo de federaciones regionales

Emiliano García-Page anuncia y celebra su victoria junto a José Bono y el resto de su equipo.
Emiliano García-Page anuncia y celebra su victoria junto a José Bono y el resto de su equipo.
  1. Las miradas hacia García-Page
  2. Dos encuentros en el último mes
  3. Los apoyos de Felipe González y José Bono
  4. El poder absoluto de Sánchez
  5. El crítico Emiliano García-Page
  6. Cabreo por los pactos con ERC y Bildu
  7. Candidatura alternativa a Sánchez
  8. Dar el paso tras las generales
  9. Único barón con dos mayorías absolutas
  10. Moncloa conoce las maniobras de Page
  11. Pedro Sánchez tiene aislado a Page
Sánchez adelantó las elecciones para frenar una operación de Page, Felipe González y Bono dirigida a derribarle.

Los resultados del 28-M han dejado en ‘shock’ al PSOE por el calado de la derrota, inesperada por completo. Una pérdida de poder que ha regado aún más un malestar interno creciente. Pedro Sánchez ha frenado con el adelanto electoral una operación de Emiliano García-Page, apoyado por Felipe González y José Bono, para desbancarle.

El domingo por la noche los móviles de los dirigentes socialistas echaban humo. Conversaciones entre altos cargos, ministros... En La Moncloa, reunión del núcleo duro del presidente del Gobierno, con apenas seis personas, para tomar de madrugada la decisión de poner fin a su Gobierno. Y una conclusión: la situación es “horrible”.

La sangría obligó al día siguiente a Sánchez a “asumir en primera persona los resultados” e intentar retener la iniciativa finiquitando la legislatura y adelantando las elecciones generales al 23 de julio. Una maniobra de supervivencia en la que tuvo un papel determinante la necesidad de frenar una rebelión interna por la debacle en autonomías y ayuntamientos.

El domingo se afilaban los cuchillos en el PSOE y se preparaba una ofensiva para exigir responsabilidades en Moncloa. Los comicios eran la espita de un malestar que estaba latente desde hace meses. Sánchez conocía la opinión contraria de algunos líderes de mantener todo este tiempo a Unidas Podemos en el Gobierno o la factura de los pactos con ERC y Bildu.

Las miradas hacia García-Page

En este contexto, las miradas de destacados dirigentes del PSOE giraron rápidamente hacia Castilla-La Mancha. Hasta el punto de que, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes socialistas conocedoras de las maniobras, Moncloa había recibido información de una operación para derribar a Sánchez, liderada por Emiliano García-Page, y apoyada por líderes históricos del PSOE como Felipe González y José Bono.

La mayoría absoluta lograda por García-Page elevaba el domingo su importancia en el PSOE. Y aunque públicamente él nunca haya amagado con dar el salto a la esfera nacional, dentro del partido su figura ha crecido enteros como una vía alternativa. Ahora, el golpe de efecto de Sánchez con el adelanto electoral ha paralizado todo hasta el 23 de julio.

Dos encuentros en el último mes

Según las fuentes consultadas por ECD, La Moncloa tenía conocimiento de que Page tenía un plan en marcha para suceder a Sánchez como líder del PSOE.

El calendario que se fijó en dos encuentros celebrados en el último mes, según confirman las mismas fuentes, era que García-Page tomara posesión como presidente de Castilla-La Mancha y aprovechara después los meses hasta diciembre para construir una candidatura alternativa con apoyo de federaciones regionales

Los apoyos de Felipe González y José Bono

García-Page se había propuesto seguir la estrategia de Alberto Núñez Feijóo y contaba con el apoyo de dirigentes socialistas “de siempre” para dar ese paso, donde destacaba la ayuda del ex presidente del Gobierno, Felipe González, y del ex ministro, José Bono.

 

En Ferraz han asumido que Sánchez no tenía otra opción que convocar elecciones anticipadas porque la disyuntiva estaba entre “salir a ganar” o “ir muriendo desangrado” durante seis meses, ya que la convocatoria estaba prevista para finales de año. Además, entienden que se hubiera abierto “el melón” de la sucesión del secretario general. Una decisión que ha quedado pospuesta ahora como mínimo hasta después de las generales.

Preguntado, de hecho, sobre si Sánchez es el mejor candidato que tiene el PSOE para presentarse a esta nueva convocatoria de elecciones, Page ha evitado este martes dar una respuesta clara y ha asegurado que “no va a haber debate en ningún caso” porque “él es el presidente del Gobierno” y si ha convocado elecciones es porque él “quiere ir”.

Además, ha recalcado que él “siempre está contento” de que gane “su partido”, pero con un matiz: “Distingo muy bien entre mi partido y lo que representamos”.

El poder absoluto de Sánchez

No se pasa por alto en el PSOE que Sánchez ha logrado un poder absoluto en Ferraz. Tras imponerse a Susana Díaz en las primarias de 2017, diseñó un Comité Federal a su medida, para evitar la oposición interna que le costó el cargo en 2016.

Además, su llegada al Gobierno, las victorias electorales y el apoyo de los militantes le han convertido en un intocable dentro del partido. Pese a ello, el secretario general lleva meses escuchando, cada vez con más intensidad, críticas a su gestión y a sus decisiones por parte de referentes históricos del partido.

El pacto con Pablo Iglesias para formar un gobierno de coalición ha sido cuestionado, tanto en público como en privado, por Felipe González, Joaquín Leguina, Nicolás Redondo Terreros, y un largo etcétera de personalidades. Incluso se redactó y difundió un manifiesto contra ese acuerdo, que firmaron otros importantes referentes del PSOE.

El crítico Emiliano García-Page

De la actual cúpula del partido, solo un cargo relevante ha dado un paso al frente y ha cargado abiertamente contra Pedro Sánchez por la coalición con Podemos y los pactos con los independentistas: Emiliano García-Page.

El presidente de Castilla-La Mancha afirmó, nada más conocerse la alianza, que “Podemos me quitó el sueño” y que el Gobierno “no debe depender de los independentistas”.

Esta oposición interna se ha seguido alimentando en los últimos meses, y ha situado al dirigente autonómico como el líder de referencia para los defensores del llamado PSOE “de siempre”. Dentro de este grupo se sitúan dirigentes históricos del partido, pero también cargos intermedios y ex diputados, que acusan a Sánchez de haber traicionado los valores tradicionales del PSOE a cambio de aferrarse al poder.

Cabreo por los pactos con ERC y Bildu

Entre otras cosas, le echan en cara haber acabado con un sistema orgánico que ha funcionado durante décadas, para dar un poder irreal a la militancia, que le permite “hacer lo que quiera”. Además, también rechazan frontalmente las negociaciones con ERC y Bildu, y la apuesta por formar un gobierno con alguien que “nos ha insultado”, como Podemos.

Muchos dirigentes socialistas consideran también en privado que los socios de Gobierno están dañando electoralmente al PSOE, pero piensan al mismo tiempo que, en momentos de dificultad económica y social como el actual, lo más conveniente es “cerrar filas”.

Candidatura alternativa a Sánchez

Dirigentes del partido consultados por Confidencial Digital aseguran que Felipe González ha intensificado los contactos con Emiliano García-Page. Hablan regularmente desde hace algún tiempo, aunque sus conversaciones se han multiplicado en las semanas previas a las elecciones municipales y autonómicas.

Altos cargos socialistas aseguran que el ex presidente del Gobierno empieza a comportarse con Page como en su día hizo con Susana Díaz: “Ahora ve en él la alternativa a Sánchez que veía en ella. Y, por ese motivo, le ha querido transmitir que cuenta con su apoyo para lo que necesite”.

Dar el paso tras las generales

A día de hoy, en el PSOE dan por imposible una ‘operación relevo’ en la dirección del partido, una maniobra para sustituir a Pedro Sánchez antes de las generales del 23 de julio. No obstante, referentes socialistas ya ven en Page una alternativa real para convertirse en secretario general en caso de una previsible debacle electoral.

Si Sánchez no mantuviese La Moncloa en julio, explican, “sería el momento” de impulsar la candidatura del presidente del Castilla La Mancha.A la espera de posibles acontecimientos en esta dirección, dirigentes históricos del PSOE han decidido acercarse, desde ya, a Emiliano García-Page. Quieren ayudar, y asesorarle, en todo lo que pueda necesitar de ellos.

De hecho, según las fuentes consultadas, Felipe González, José Bono y otros destacados dirigentes del PSOE han aconsejado a García-Page moderar ahora sus críticas a Sánchez. “Que baje el pistón”, le han transmitido. Y que aplique la táctica de Feijóo, que alcanzó la presidencia del PP “mandando recados a Casado”, pero sin entrar en el cuerpo a cuerpo con él como sí hizo Díaz Ayuso.

Único barón con dos mayorías absolutas

El presidente de Castilla-La Mancha ha buscado también, aconsejado por los dirigentes históricos del PSOE, alejarse de Sánchez en los últimos meses para contentar a sus votantes. Y poder, además, asegurar la mayoría absoluta en su territorio, lo que le permitirá presentarse como el único barón socialista que ostenta esa posición, después de la derrota incluso de Guillermo Fernández Vara en Extremadura.

Esta credencial también la pudo presentar Alberto Núñez Feijóo (en su caso después de cuatro mayorías absolutas en Galicia), para sustituir a Pablo Casado como líder del PP nacional.

La dirección federal, sin embargo, tiene claro que Page no movilizará a los votantes socialistas con declaraciones contra el líder del partido.

“Si llegáramos hasta las elecciones con la marca PSOE debilitada, y con la imagen del partido deteriorada, nos irá mal a todos. Page no sacará rédito electoral criticando al presidente del Gobierno, lo que necesitamos es movilizar a nuestros votantes, y lo que puede conseguir de esta forma es desanimarlos”, responden en la cúpula socialista.

Moncloa conoce las maniobras de Page

Esta nueva alianza entre Felipe González, José Bono y Emiliano García-Page no es algo que pille por sorpresa a Pedro Sánchez. Personas próximas al presidente afirman a ECD que tanto en Moncloa como en Ferraz son “plenamente conscientes” de la posición crítica del barón regional, de sus movimientos discretos y de los “apoyos con los que cuenta”.

Hasta ahora, el secretario general del PSOE no se mostraba preocupado. Consideraba que la de Page era la única voz crítica de un cargo de relevancia dentro del partido. Y que, además, el resto de líderes regionales que en su día le atacaron ahora habían enterrado el hacha de guerra.

Pedro Sánchez tiene aislado a Page

Aunque, por si acaso, Sánchez ha decidido tener aislado un poco más a García-Page. De hecho, el presidente castellano-manchego ha asegurado en las últimas horas que el presidente del Gobierno no le ha felicitado por el resultado electoral, pero sí ha recibido un mensaje de Alberto Núñez Feijóo. “Soy consciente de que no todo el mundo se ha alegrado en mi partido de que gane”, ha declarado.

A diferencia de lo que ha hecho con otros barones, a Page no le ha telefoneado en los últimos meses para informarle sobre algunas medidas excepcionales que está tomando para afrontar las consecuencias económicas y sociales provocadas por la guerra en Ucrania.

Un mutismo que había sido confirmado por el propio presidente de Castilla-La Mancha en conversaciones con sus colaboradores más cercanos.

Sánchez adelantó las elecciones para frenar una operación de Page, Felipe González y Bono dirigida a derribarle.

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