Hosteleros, servicios de limpieza y guardias civiles de Magaluf se rebelan contra el turismo de borrachera

Exigen medidas tras la paliza que dos jóvenes británicos dieron a un taxista en esta localidad de Mallorca que visitan miles de extranjeros

Turismo de borrachera en Magaluf.
Turismo de borrachera en Magaluf.

Magaluf todos los veranos suele ser el blanco fácil de jóvenes británicos que acuden de vacaciones. El famoso turismo de borrachera. Las agencias que ofrecen este tipo de turismo low cost es: sol, playa, fiesta y mucho alcohol. 

Según fuentes consultadas por ECA, los jóvenes de Reino Unido vienen a desinhibirse y buscan una diversión que no encuentran allí, aunque sea a costa de mantener en vilo a los vecinos de la zona tras escuchar gritos y música que sobrepasan los decibelios.

Fiestas desenfrenadas, peleas y restos de basura que colman la paciencia de los residentes, hosteleros y también de los cuerpos y fuerzas de seguridad nacional y locales. Todos coinciden en que hay que poner fin a este turismo que califican de denigrante y peligroso. 

Parece ser que el caos es insoportable y que no dan a basto, aseguran fuentes de la Guardia Civil a El Confidencial Digital. Lamentablemente, también los hoteles se están replanteando si les sale rentable alojar a este tipo de turismo. 

Vertedero en Magaluf 

Los turistas se lo pasan muy bien por las noches, mientras a la mañana siguiente, los servicios de limpieza tienen que recoger hasta 500 kilos de basura. Sobre todo en verano, tienen que incrementar los recursos materiales, en maquinaria y personal para poder dar servicio en la zona de Punta Ballena y Magaluf. 

Aunque el pasado verano se realizó una reforma en la normativa municipal que obliga a los propietarios de los establecimientos de comida rápida a que se hagan cargo de los residuos generados por ellos mismos en un rango de 50 metros y que a día de hoy no cumplen tal reglamento. Al no cumplir con tal normativa, las multas oscilan entre los 300 y 9.000 euros. 

Peleas callejeras 

La Guardia Civil sigue sin poder enfrentarse a la masificación que origina este turismo de borrachera. Zoilo Muñoz, portavoz del sindicato de la Guardia Civil en Baleares, asegura que las islas están “abandonadas” por los políticos. 

Además, no cuentan con el apoyo de los agentes, ya que muchos de ellos rechazan desplazarse a la isla para hacer frente a tal problema. Muchos aseguran que no les sale a cuenta. Aunque reclaman un aumento de la plantilla, la remuneración está obsoleta y además la vida en Baleares está fuera de las posibilidades de muchos de ellos. 

Taxista herido 

Dos turistas británicos de 21 y 22 años han sido arrestados este martes por una agresión a un taxista la pasada noche en Magaluf. 

 

El primero de ellos, de 21 años y al que se considera el principal implicado, fue detenido por parte de la Policía Local después de los hechos, mientras que el segundo arresto se ha producido horas más tarde.

El suceso ha tenido lugar pasadas las 00:30 en la calle Blanc. Según fuentes del colectivo de taxistas, el incidente habría comenzado cuando el turista, que iba por la calle acompañado de otros dos chicos, se ha subido al capó del taxi.

Entonces, el taxista, de 57 años, se ha bajado del vehículo para hacerle bajar y recriminárselo, y el turista se ha encarado con él y presuntamente le ha agredido haciéndole caer. En el suelo, continuaron propinándole puñetazos y patadas.

Un testigo ha llamado al 112 informando de la agresión e indicando que el perjudicado sangraba por la cabeza. La víctima ha sufrido un corte sobre las cejas y varias contusiones, fue trasladado al Hospital Son Espases en estado leve y ya ha recibido el alta.

Hospitales colapsados 

Los servicios de urgencias de la isla se colapsan por las intoxicaciones etílicas en los meses de verano. Los médicos del servicio de urgencias del Hospital Son Llàtzer, denuncian la paralización que sufren por comaetílicos, balconing o peleas que suceden en las calles. El personal que está de guardia para las personas residentes que se ven desatendidas por los graves diagnósticos que muchos de los jóvenes turistas presentan. 

“Hay noches que de diez boxes que disponen en las urgencias, más de la mitad son ingresos por turismo de borrachera”, aseguran sanitarios a ECD. 

Además tienen que lidiar con que lejos de cesar con la fiesta, continúan en el hospital. “No tienen medida y se les vende que en Mallorca pueden hacer lo que quieran”. De esta manera, se sienten desprotegidos porque les agreden y no les respetan. 

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