La crisis de Unión Mallorquina y el hundimiento de Izquierda Unida favorecen el ascenso de UPyD en Baleares: ya es la tercera fuerza política en la región
En febrero de 2010, el proyecto de Unión Progreso y Democracia en Islas Baleares echó a andar tras la presentación del Comité Territorial del partido para los próximos cuatro años. Cinco meses después, la formación ha conseguido situarse como tercera fuerza política de la región. Así lo ha confirmado el último informe realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, al que ha tenido acceso El Confidencial Autonómico. Una persona cercana a este organismo explica que "el ascenso de UPyD responde a la llamada ley del péndulo: la caída de otros partidos como Unión Mallorquina, Izquierda Unida o el Bloc les ha favorecido". La misma fuente, añade: "El discurso novedoso del partido también ha ayudado, pero las crisis protagonizadas por sus adversarios le han servido de impulso". Efectivamente, la trayectoria política de Unión Mallorquina e Izquierda Unida en Baleares ha estado marcada por la inestabilidad. Ambos partidos se han visto obligados refundarse, aunque por distintos motivos. Los nacionalistas celebraron un congreso de refundación en abril, para dejar atrás un pasado manchado por caso de corrupción que implicaban a personalidades del partido, como la presidenta de honor María Antonia Munar -vea aquí esta información-. En IU, el cambio se produjo en mayo: la federación del partido en las islas cambió de denominación y adoptó un mensaje más ecologista y nacionalista -amplíe aquí-. Estos vaivenes han beneficiado a UPyD, donde se han recibido los informes del CIS con "alegría pero con cautela". El portavoz del partido de Rosa Díez en Baleares aseguró que "de aquí a las elecciones del año que viene vamos a seguir trabajando en crecer, para que esos datos se conviertan en votos en las urnas".
