El catalán pierde adeptos en Baleares. En ocho años ha descendido un once por ciento el número de ciudadanos que lo utilizan para hablar o escribir en las islas
Hace ocho años, en 2003, el 74 por ciento de los habitantes en Baleares utilizaba de forma habitual el catalán. En 2010, la cifra había descendido hasta el 63 por ciento. La enseñanza obligatoria de la lengua no se traduce en una mayor utilización. Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, el gobierno de Francesc Antich encargó un estudio sobre usos lingüísticos para calcular el nivel de establecimiento del catalán en las islas. Los resultados apuntan a un importante descenso de los catalano-hablantes, debido entre otras cosas al "aumento de peso demográfico de los recién llegados". En cuanto a los datos globales de conocimiento del catalán, un 85 por ciento de los isleños lo entienden, un 63,4 por ciento lo habla, un 70,8 por ciento lo lee y un 47,9 por ciento lo escribe. Entre la población autóctona la capacidad de escribirlo se ha incrementado en un 26 por ciento en los últimos 7 años, gracias a la inmersión lingüística en catalán en la enseñanza. Además, un 47 por ciento de los isleños tiene el catalán como lengua habitual de uso, aunque poco más de uno de cada tres (36 por ciento) lo considera su lengua propia. El 65 por ciento considera el catalán lengua propia de las Islas, mientras un 10,9 por ciento cree que ésta es el castellano y un 19,7 por ciento asegura que lo son las dos. Por territorios donde más se habla catalán es en Menorca (62,18 por ciento) y Formentera (61,63 por ciento), mientras que la población que dice usarlo habitualmente baja hasta el 46,41 por ciento en Mallorca y el 44,25 por ciento en Ibiza. La enseñanza en catalán hace que las cifras de conocimiento de la lengua sean mayores entre los jóvenes, pues más del 90 por ciento de los que tienen entre 15 y 19 años acrediten el conocimiento (es decir, la entienden, lo saben hablar, leer y escribirlo). En cambio, entre los isleños de más de 65 años el 71 por ciento la tiene como lengua de uso habitual, aunque sólo un 40,87 por ciento la sabe escribir.
