El PSOE entierra la estrategia del “miedo a Vox”: favorece el voto útil al PP
Ha constatado que ha logrado el efecto contrario: cientos de miles de electores de izquierda han votado a Juanma Moreno para evitar que Macarena Olona se convirtiese en vicepresidenta
El PP no necesitará a Vox para formar Gobierno en Andalucía y ha arrebatado al PSOE de Pedro Sánchez su única arma: la ‘alarma antifascista’ y el miedo a que los populares gobiernen con la extrema derecha. Pero el “miedo a Vox” ha dado esta vez una victoria histórica a Juanma Moreno en el feudo socialista por antonomasia.
Hay que recordar que la izquierda había apelado al miedo al partido de Santiago Abascal para movilizar a su electorado, aún desencantado por los casos de corrupción del PSOE, y había pedido el voto para evitar que el PP recurriese a la muleta de Vox para mantener el gobierno de la Junta de Andalucía.
Favorece el voto útil al PP
Sin embargo, fuentes próximas a Ferraz admiten a Confidencial Digital que esta estrategia “no ha funcionado” y ha logrado el efecto contrario: que “cientos de miles de electores de izquierda hayan votado a los populares para evitar que Macarena Olona se convirtiese en la vicepresidenta de los andaluces”.
Los resultados muestran el deterioro del proyecto de Pedro Sánchez para el PSOE, pese a que en Moncloa y Ferraz insisten en que no son extrapolables a nivel nacional. Pero en privado se reconoce que la debacle socialista se basa fundamentalmente en el trasvase de unos 300.000 votos anteriormente fieles a sus siglas hacia el PP.
No moviliza a la izquierda
En Ferraz se llega también a otra conclusión relevante. La ‘alerta antifascista’, lanzada por el PSOE y Podemos, ya no logra movilizar a la izquierda como lo hacía en 2019 con la famosa ‘foto de Colón”, que Pedro Sánchez utilizó entonces para agitar al electorado progresista por el “miedo a la ultraderecha” antes de las últimas elecciones generales.
“Ha quedado en un eslogan”, reconocen. Hasta el punto de que –destacan- los resultados en Castilla y León ya vinieron a confirmar esa tendencia. El ascenso de Vox en las encuestas, que ya se anunciaba en los últimos días de campaña, no provocó el 13-F una movilización de la izquierda para frenar su auge en Castilla y León.
Todo lo contrario. El PSOE perdió 7 escaños y un 5% de voto tras retroceder ampliamente en las 9 provincias, con León y Soria provocando un colapso de los socialistas con el subidón de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) y la irrupción de Soria Ya!
Unidas Podemos tampoco consiguió captar ninguno de los votos de la caída del PSOE y su descenso ha aumentado el de la izquierda. Por ejemplo, la caída de la izquierda en Soria fue de 26,66 puntos y en León de 8,85 puntos.
Los dirigentes del PSOE consultados recuerdan que los ‘tracking’ durante la última semana de campaña ya anticipaban también entonces que Vox sería clave para la gobernabilidad en Castilla y León. “Y esa circunstancia no provocó la movilización de la izquierda”, concluyen.
El desgaste de Pedro Sánchez
El PSOE, que ganó los comicios de 2018 aunque no consiguió llegar al Palacio de San Telmo por la coalición PP-Ciudadanos, confirmó este domingo sus peores presagios. Los socialistas experimentaron de nuevo el peor resultado histórico al quedarse con 30 parlamentarios, tres menos de los que alcanzó Susana Díaz hace cuatro años.
En algunos sectores del PSOE también advierten de que este traspaso de voto al PP demuestra también el hartazgo de parte de la población con la política de pactos de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes y vascos, y con la política que desde el Gobierno central se está practicando.
