Mini drones permitirán a la Agencia Tributaria vigilar el narcotráfico y fraude fiscal

Va a adquirir cuatro aparatos de sólo 35 gramos, con sensores diurnos y nocturnos, para perseguir también el contrabando y el blanqueo de capitales

Agencia Tributaria.
Agencia Tributaria.

Los funcionarios de la Agencia Tributaria que luchan contra el contrabando, el narcotráfico, el blanqueo de capitales y el fraude fiscal contarán con nuevos medios para vigilar a los sospechosos de cometer estos delitos.

Confidencial Digital ha podido comprobar que la Dirección del Servicio de Gestión Económica de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria va a contratar el “Suministro de un Sistema Nano Dron para el Departamento de Aduanas e II.EE.”.

Cuenta para ello con un presupuesto de 87.562,34 euros.

Contra los narcos y el fraude fiscal

Desde hace unos años, la Agencia Tributaria está incorporando drones para distintas misiones. En esta ocasión el interesado es el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, y más concretamente la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera.

La agencia señala en la documentación del contrato que Vigilancia Aduanera “desarrolla su actividad en la lucha contra el contrabando, narcotráfico, el blanqueo de capitales y el fraude fiscal a través de diversas líneas de actuación”.

Una de esas líneas de actuación es “la vigilancia aeronaval”, que destaca “tanto por los medios materiales y humanos dedicados a ella como por la importancia de los resultados obtenidos”.

La vigilancia aeronaval la realiza a través de aviones, helicópteros, y también drones, aeronaves no tripuladas, que ofrecen “numerosas ventajas”, entre las que destacan un “coste de adquisición y operación mucho más reducida”, y mayor “seguridad en caso de accidente, al no existir tripulación a bordo”.

La tecnología de los drones “tiene una aplicabilidad directa a las actividades de Vigilancia Aduanera en muchas de sus vertientes, por lo que están en marcha varias iniciativas en la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera para su uso presente y futuro”.

Vigilancias discretas

Concretamente en este caso, la Agencia Tributaria considera que una vertiente clave del uso de drones es “la vigilancia de corto radio, la que tiene lugar con aparatos eléctricos nano drones, que vuelan a distancia visual del piloto, cuyas misiones son, principalmente, para labores de investigación puntuales, protección y cobertura de la fuerza, y realización de vigilancias discretas”.

 

La agencia ha llegado a la conclusión de que “con objeto de realizar misiones de vigilancia encubiertas con mayor seguridad, es necesario el uso de estos diminutos sistemas, mejorando la eficacia de las funciones desempeñadas y contribuyendo a la consecución de los objetivos de Vigilancia Aduanera”.

Necesita, por tanto, adquirir un sistema nano dron y también formar a los operadores en teoría y práctica para el manejo de esos modelos.

Menos de 35 gramos

Actualmente la Brigada Móvil Central de la Subdirección General de Operaciones, de Vigilancia Aduanera, cuenta con sistemas UAS y pilotos formados, llevando a cabo labores de apoyo con estos aparatos allá donde son requeridos.

Pero la idea es dar un paso nuevo con mini drones, que supondrán “avanzar en las capacidades de investigación con estos equipos, permitiendo que pasen inadvertidos, mediante la adquisición del sistema objeto de este expediente, con capacidades probadas en el ámbito militar”.

Este departamento de la Agencia Tributaria requiere concretamente cuatro pequeños drones, tan pequeños que tienen que pesar menos de 35 gramos.

De los cuatro aparatos que va a comprar, dos de ellos deberán ir equipados con sensores para su uso diurno, y otros dos con sensores de uso diurno y nocturno.

El objetivo, de nuevo se subraya, es “contribuir a la prevención, disuasión, detección y represión del contrabando, narcotráfico y fraude fiscal, en operaciones tanto diurnas como nocturnas sin ser detectado”.

La Legión usa Black Hornet

La referencia a las “capacidades probadas en el ámbito militar” pueden referirse a la experiencia de algunas unidades de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, en el Ejército de Tierra algunas unidades de la Brigada “Rey Alfonso XIII” II de la Legión cuentan entre su material con un micro UAV Black Hornet.

Este mini dron está compuesto “por un pequeño helicóptero de unos 18 gramos de peso con unas micro cámaras, una consola donde se reciben las imágenes en alta resolución del tamaño de una tablet y un mando para el manejo de la aeronave. El citado sistema se utiliza para facilitar la información del objetivo sin ser detectado”.

13 drones más grandes

En paralelo a la adquisición de cuatro mini drones para vigilancias discretas en casos de narcotráfico, fraude fiscal, contrabando y blanqueo de capitales, el Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria también va a incorporar “13 drones multirrotor”, por 98.882,48 euros.

También en este caso se justifica por “la vigilancia de corto radio, la que tiene lugar con aparatos eléctricos multi-rotores que vuelan a distancia visual del piloto, cuyas misiones son, principalmente, para labores de investigación puntuales, protección y cobertura de la fuerza, y realización de vigilancias discretas”.

Sin embargo, en este caso los aparatos son de mayor tamaño que los antes citados de 35 gramos: “Se necesita adquirir distintos modelos de UAS, con características diferentes, teniendo en cuenta que puedan ser desplegados con rapidez y facilidad para operaciones donde el tamaño y el tiempo de despliegue sean factores críticos, contando con sensores elementales, o en otros casos se da prioridad a capacidades de zoom en visión diurna y con posibilidad de sensor térmico para operaciones nocturnas, pero de mayor peso al despegue (alrededor de 6 kg)”

Actualmente la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera “ya cuenta con sistemas de estas características y pilotos formados en Servicios Centrales y Dependencias Regionales, llevando a cabo labores de apoyo con estos aparatos allá donde son requeridos”.

Ahora se ha considerado necesario “extrapolar con carácter paulatino estas experiencias a nivel nacional”, de ahí la compra de 13 nuevos drones “con objeto de iniciar la puesta en marcha paulatina de unidades especializadas de vigilancia de corto radio en las diferentes Dependencias Regionales”, de ahí que se vaya a aumentar el número de drones, para potenciar su despliegue territorial para labores de investigación en la prevención del contrabando, narcotráfico, y fraude fiscal y aduanero.

En el Campo de Gibraltar

Desde hace algunos años la Agencia Tributaria está apostando por el uso de drones en sus misiones. Los ha incorporado especialmente en su empeño por perseguir el tráfico de drogas y el contrabando de tabaco en el entorno del Campo de Gibraltar, en la provincia de Cádiz.

En compras sucesivas ha ido adquiriendo drones con cámaras de alta definición y visión nocturna, para vigilar desde el aire, pero de forma más discreta y barata, y menos molesta, que un helicóptero, a los contrabandistas y narcotraficantes que se mueven en torno a la colonia de Gibraltar y en otros puntos de la provincia de Cádiz.

También los ha comprado pensando en el contrabando que se mueve en la frontera entre Andorra y España, en la provincia de Lérida.

En lo que respecta al Campo de Gibraltar, también la Guardia Civil se ha fijado en los drones como una forma interesante para perseguir a los traficantes de droga, en esa zona de Andalucía donde se han hecho fuertes estas redes criminales.

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