La Armada alerta al Gobierno de la piscifactoría que Marruecos ha instalado en aguas españolas de las Chafarinas y no hay reacciones

Buques que patrullan por el Estrecho han enviado fotografías y ubicaciones GPS de las bateas al Mando de Operaciones

El patrullero 'Centinela' de la Armada, junto a las Islas Chafarinas, en una imagen de archivo (Foto: Armada española).
El patrullero 'Centinela' de la Armada, junto a las Islas Chafarinas, en una imagen de archivo (Foto: Armada española).

El gobierno de Marruecos ha dado vía libre a que una empresa privada construya una piscifactoría en la costa más cercana a las Islas Chafarinas, plazas de soberanía española en el norte de África.

Los movimientos por parte marroquí están siendo seguidos de cerca por la Armada española. Así lo ha podido confirmar Confidencial Digital por distintas fuentes militares que admiten que, desde hace meses, se tiene conocimiento en las Fuerzas Armadas de que la piscifactoría ocupa en buena parte aguas territoriales españolas.

Marruecos dio permiso en 2019

El diario oficial del Reino de Marruecos publicó en marzo de 2019 una orden ministerial por la que concedió a la empresa ‘Mediterranean Aquafarm’ una zona de posible explotación acuícola en torno al cabo de l’Eau-les-Rochers.

Frente a este punto de la costa africana se encuentran las llamadas islas del Congreso, de Isabel II y del Rey Francisco, el pequeño archipiélago de las Islas Chafarinas.

Desde hace unos meses avanzan los trabajos para construir una piscifactoría en aguas de esa zona. En principio, Marruecos ha concedido permiso para levantar la piscifactoría en sus propias aguas territoriales.

Pero la cercanía de las Islas Chafarinas despierta recelos de que las autoridades marroquíes faciliten a la empresa ‘Mediterranean Aquafarm’ ocupar lo que ya son aguas no marroquíes, sino aguas territoriales españolas.

Amenaza a las aguas españolas

Fuentes militares revelan a ECD que, desde hace meses, el personal de los buques de la Armada que patrullan las aguas en torno a las Islas Chafarinas y que abastecen a los militares destacados en estas plazas de soberanía, ha dado aviso de que la construcción de la piscifactoría invade aguas españolas.

Los militares de la Armada han detectado las primeras bateas que ya se han instalado en las aguas que separan las tres Islas Chafarinas de la costa continental africana. Se encuentran a unos 1.500-2.000 metros de la isla más cercana.

Las bateas, en las que se criarán especies marinas, están formadas por unas estructuras de algo parecido a troncos de madera, sumergidos en el mar aunque sobresalen ligeramente del agua.

 

Actualmente ya se pueden ver un conjunto de unas siete bateas, que además están balizadas con boyas amarillas.

Legionarios, regulares, helicópteros y buques

Las Islas Chafarinas están bajo soberanía de España desde 1848. No están habitadas, tan sólo pasan por allí los militares de la guarnición que las protege, y civiles del Organismo Autónomo Parques Nacionales (antiguo ICONA), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.

La Comandancia General de Melilla (ciudad que está a 27 millas náuticas al oeste) se encarga de organizar los relevos de la guarnición de las Chafarinas. Participan en esos relevos distintas unidades de esa comandancia general, como el Tercio “Gran Capitán” 1º de la Legión y el Grupo de “Regulares de Melilla” nº 52.

Los relevos del personal y los suministros se realizan con el Batallón de Helicópteros de Maniobra IV (BHELMA IV) de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET) y con buques de la Armada.

Buques de la Armada, normalmente patrulleros y buques auxiliares, suelen navegar cada quince días por las aguas de las Islas Chafarinas. Se encargan de suministrar a la guarnición militar agua, combustible y material que no es posible trasladar en helicóptero desde Melilla o desde la Península Ibérica.

En esas misiones, así como en otras tareas de patrullaje, los militares de estos buques de la Armada han observado los avances para poner en marcha la piscifactoría marroquí.

De esas observaciones han concluido que, efectivamente, las bateas se están instalado en aguas marroquíes… pero sólo una parte. Las estructuras de la piscifactoría también están empezando a ocupar aguas que son de soberanía española, porque son las aguas territoriales que rodean las islas del Congreso, de Isabel II y del Rey Francisco.

Posiciones GPS de las bateas

Cuando el personal de los buques de la Armada empezó a detectar esta posible violación de las aguas territoriales españoles, comenzó a suministrar información a la cadena de mando. En los últimos meses, han enviado a otras instancias militares las posiciones GPS que ocupan las bateas de la piscifactoría marroquí, al advertir que podrían estar ubicadas en aguas españolas, algo para lo que no tienen permiso.

En torno a las Chafarinas también suele navegar una patrullera de la Guardia Civil, que ha observado la misma situación.

Otras fuentes militares bien situadas confirman a Confidencial Digitalque en las Fuerzas Armadas se conoce esta situación desde hace meses, gracias a la información que la Armada ha ido suministrando.

Por el momento, sin embargo, los buques que patrullan por la zona no han recibido ninguna orden concreta para interponerse en las aguas españolas amenazadas en las que se están instalando las bateas, o para destruir las estructuras.

Se elevan al Mando de Operaciones

ECD se ha puesto en contacto con el Cuartel General de la Armada, para conocer por qué conducto se ha transmitido esta información obtenida por los buques, y también para saber qué medidas se han tomado al detectar la construcción de la piscifactoría.

Desde el Cuartel general de la Armada confirman que “ya desde hace meses se tiene constancia de las actividades señaladas”. Apuntan que “todas las operaciones de vigilancia de los espacios marítimos de soberanía  que realizan los buques de la Armada, se realizan bajo el control del Mando Operativo Marítimo (MOM)”.

El Mando Operativo Marítimo lo dirige el Almirante de Acción Marítima, puesto que actualmente ocupa el vicealmirante Juan Luis Sobrino Pérez-Crespo, desde Cartagena. A su vez, el Mando Operativo Marítimo depende del Comandante del Mando de Operaciones, del Estado Mayor de la Defensa. El Mando de Operaciones coordina, por orden del JEMAD, las operaciones permanentes en territorio nacional que realizan el Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire y otras unidades bajo la estructura de los mandos operativos terrestre, marítimo, aeroespacial y también ciberespacial.

En este caso concreto, sobre la construcción de la piscifactoría marroquí junto a las Islas Chafarinas informa la Armada a través del Mando Operativo Marítimo, y a través del Mando Operativo Terrestre también aportan información las unidades del Ejército de Tierra que despliegan periódicamente en las Islas Chafarinas.

La Dirección General de Política de Defensa

Esa información llega al Mando de Operaciones, y desde ahí su comandante (actualmente, el teniente general Francisco Braco) remite la información al Ministerio de Defensa; concretamente, la hace llegar a la Dirección General de Política de Defensa.

El actual director general es el teniente general Fernando López del Pozo, el anterior comandante del Mando de Operaciones. Es uno de los cargos de confianza de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Desde el Cuartel General de la Armada sólo añaden que “los cometidos de los buques de la Armada cuando se transfieren a la cadena operativa en Operaciones Permanentes son, además de la vigilancia de las aguas de soberanía y entre otros, evitar la pesca ilegal, monitorizar el patrimonio arqueológico sumergido o el control de tráficos ilegales”.

Sin reacción pública

Las distintas fuentes militares consultadas por ECD aseguran que las Fuerzas Armadas han cumplido con su deber al ir informando puntualmente del desarrollo de la piscifactoría entre Marruecos y las Islas Chafarinas.

La respuesta corresponde al Gobierno de España, y por el momento, no tienen constancia de que haya habido ninguna reacción oficial por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Al menos, no ha habido una respuesta pública ni se ha dado a los militares ninguna orden conocida.

Vox: “Un atentado contra la soberanía española”

Hace una semana, Vox denunció que Marruecos estaba cometiendo “un nuevo atentado contra la soberanía española”. Su grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados preguntó sobre este asunto, y la respuesta que le dio el Gobierno fue que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación no ha recibido ninguna solicitud ni comunicación de empresa alguna ni del Gobierno de Marruecos para la instalación de una piscifactoría en la zona a la que se hacía referencia.

Vox ha insistido a través de su senadora por Ceuta, Yolanda Merelo, que ha interpelado al Gobierno “por una explotación acuícola que invade las aguas territoriales españolas y que ha sido aprobada por las autoridades del país vecino”.

Merelo presentó documentación, como el diario oficial del Reino de Marruecos número 6758, del 7 de marzo de 2019, en el que se publicó la citada orden ministerial en la que se concede a una empresa la explotación acuícola que invade las aguas territoriales españolas en Chafarinas.

La senadora de Vox por Ceuta también aseguró que en torno al pasado mes de mayo un buque procedió a fondear una serie de jaulas para cría de peces a unos 700 metros al sur de la isla del Congreso, la más occidental de las Chafarinas. Según Yolanda Merelo, esa ubicación está aún más cerca del territorio español de lo que prevé la orden ministerial marroquí.

Las aguas territoriales españoles alcanzarían en esa zona los dos kilómetros, según el criterio de equidistancia entre las islas y la costa marroquí, subrayó Merelo.

La senadora de Vox denunció que las autoridades españolas “parecen querer llevar este asunto con discreción”, y añadió que la respuesta se limitaba a que personal de la Guardia Civil y de la Armada tomen fotos y midan las distancias.

Pide las imágenes tomadas con drones

Por ello, solicitó al Gobierno que aporte imágenes y vídeos que puedan haber sido captados por drones, y que muestren la situación y la ubicación de la piscifactoría marroquí.

Yolanda Merelo recordó que en 2001 ya pasó algo parecido. Pero en esa ocasión, “la autoridad competente ordenó que las jaulas indebidamente fondeadas fueran retiradas de inmediato”.

También pidió explicaciones al Gobierno porque las aguas territoriales de las Chafarinas no estén definidas mediante coordenadas geográficas, como el resto de las aguas territoriales españolas, indefinición que se da también en las aguas de Ceuta, Melilla, peñones de Vélez de la Gomera y de Alhucemas, y las islas de Mar y de Tierra. Todos estos territorios españoles en el norte de África son reclamados por Marruecos.

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