La batalla por el metro de Málaga desvela diferencias entre el Gobierno de Griñán y la consejería de Fomento, en manos de IU. El Ayuntamiento andaluz amenaza con tomar la calle
Los primeros pasos para que la ciudad de Málaga contase con línea de metro se dieron en la legislatura 2004 – 2008. El actual Ayuntamiento, gobernado por el PP, apuesta por el metro soterrado, pero desde la consejería de Fomento de la Junta, gestionada por IU, prefieren que sea en superficie. Ahora ha intervenido en la polémica el presidente andaluz, José Antonio Griñán, que ha asegurado que la decisión final no dependerá de cuestiones presupuestarias. Los 'populares' malagueños han pedido que Griñán aclare cuál es la posición de la Junta y amenazan con salir a la calle en masa.
“La actitud de la consejería de Fomento respecto a las obras del metro es toda una agresión a Málaga”. Con estas palabras se refieren fuentes del PP malagueño al último episodio de la controversia en torno al modelo de metro que tendrá la ciudad.
Según ha podido saber El Confidencial Autonómico, la división entre las fuerzas que quieren que vaya por superficie y quienes prefieren la vía soterrada ha llegado a la ciudadanía y hay más de 50.000 firmas apoyando la opción subterránea.
Fuentes cercanas al alcalde malagueño, Francisco de la Torre (PP), explican que en la última visita del presidente José Antonio Griñán a la ciudad, éste hizo referencia a que la elección de uno u otro modelo no tenía que ver con “cuestiones de financiación”.
“Esas palabras de Griñán desautorizaron a la consejería de Fomento”, indican los ‘populares’, “ya que siempre se nos ha dicho que la necesidad de que fuera por superficie tiene que ver con el presupuesto”.
“No se trata de un enfrentamiento entre un Ayuntamiento del PP y una consejería en manos de IU”, comentan desde Málaga. “Queremos que la Junta hable claro y defienda una u otra opción con razones”, exigen. “Los malagueños quieren un metro soterrado y tienen saber por qué sí o por qué no le parece bien a la Junta”.
Bajo tierra o por superficie
La consigna más repetida por el Ayuntamiento y la ciudad en los últimos meses es ‘Metro sí, tranvía no’. El modelo en superficie que defiende actualmente el Ejecutivo andaluz a través de Fomento cuenta con lo que los ‘populares’ denominan “el silencio cómplice del PSOE”.
Aseguran que, en privado, dirigentes socialistas “reconocen que lo que plantea IU es una locura”, pero desde el PP consideran que “no se atreven a decirlo para no contrariar a sus socios de gobierno”.
Según fuentes municipales, el tren en superficie podría estar operativo en “marzo de 2015”, pero la opción soterrada tendría que esperar “hasta 2019”, además de ser “más cara”. “Hay diferencia entre los plazos y el coste, pero Málaga quiere metro subterráneo”, afirman.
Las principales objeciones de los malagueños a un tranvía pasan por el posible colapso de una de las arterias principales de la ciudad, la Alameda, a la que una vía le ‘robaría’ carriles al tráfico rodado. Si el tren va en superficie, también se imposibilita el buen funcionamiento de un intercambiador en Marina que debería servir para mejorar las conexiones con cercanías.
“Griñán dijo hace meses que la financiación del proyecto no era el problema, y si esto es así, que explique entonces por qué sus socios de gobierno quieren imponer a los malagueños un metro que no quieren”, concluyen los ‘populares’.