Batalla por el Guadalquivir en el PP andaluz: Sevilla se enfrenta a Huelva y Cádiz por el proyecto del dragado del río y la Junta de Andalucía rechaza apoyar a Zoido en Madrid
El dragado del río Guadalquivir ha sido objeto de debate en Andalucía en los últimos 10 años. Recientemente se ha vuelto a retomar, después de que se aprobase en el Consejo de Ministros el plan hidrológico de su cuenca: mientras los 'populares' sevillanos aseguran que apoyarán el dragado si lo avalan las declaraciones de impacto ambiental, en Huelva y Cádiz lo rechazan de plano. La Junta, a través del Consejo de Doñana, se ha opuesto a cualquier operación y no apoyará al alcalde Zoido ante el Ministerio de Medio Ambiente.
El último pleno del Ayuntamiento de Sevilla no consiguió cerrar un acuerdo para defender el dragado del Guadalquivir. Tras más de 10 años de debate, el proyecto para permitir que el río sea navegable para barcos de mayor envergadura divide a la clase política andaluza: esta semana, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, pidió una reunión con la Junta para plantear una posición común, pero la respuesta del presidente José Antonio Griñán fue negativa.
Según fuentes consultadas por El Confidencial Autonómico, el consistorio sevillano no tiene su mayor obstáculo en la Junta, sino en otras delegaciones de su propio partido. Hay una falta de acuerdo entre los ‘populares’ a nivel provincial: mientras los sevillanos impulsan el proyecto, en Cádiz y Huelva son reacios a aceptarlo, tal y como han dejado claro en sendas votaciones en las diputaciones provinciales.
Por otro lado, el desplante de Griñán ante el primer edil sevillano entraba dentro de lo esperado por el gabinete de Zoido, puesto que ha rechazado recibirle en otras ocasiones. El presidente de la Junta se ha negado a apoyar un posible dragado cuyas líneas principales, dice, están “sin definir”. La consejería de Medio Ambiente insiste en que no se ha presentado a Puertos del Estado “ningún proyecto para el dragado”; ni por parte del consistorio ni por la del puerto de Sevilla.
Por qué dragar –o no– el Guadalquivir
¿Qué supondría ahondar en la navegabilidad del río Guadalquivir? La limpieza de los márgenes del río y del estuario de Doñana permitiría que naves de gran calado transitasen la zona, lo que potenciaría determinados sectores de negocio, creando puestos de trabajo.
Por otro lado, los críticos con esta posibilidad indican que el proyecto también supondría un perjuicio para la actividad agropecuaria (piscifactorías, etc.) así como para la pesca tradicional y el marisqueo.
Respecto al impacto medioambiental del dragado, el consejo de participación de Doñana, dependiente de la Junta de Andalucía, ha emitido esta semana su rechazo al proyecto por las consecuencias negativas que tendría para el estuario del Guadalquivir. Sin embargo, el informe de Doñana no es “vinculante”, según recuerdan desde Sevilla.
También cabría debatir, dicen los opositores al proyecto, sobre si la declaración de impacto ambiental –que se emitió en 2003– sigue teniendo validez una década después. De hecho, el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente ha encomendado este mes a sus servicios jurídicos que indaguen si debería elaborarse otra declaración.
El próximo episodio en este debate dependerá del Ministerio de Medio Ambiente, el encargado de autorizar o no una nueva declaración de impacto medioambiental que determine si el dragado perjudica al Guadalquivir, al estuario o a Doñana.
