8M: El PP de Feijóo no asistirá por primera vez a las manifestaciones por un acto en Córdoba
La dirección del partido estará en Andalucía este viernes y se ausentará de las dos grandes movilizaciones convocadas en Madrid
El Partido Popular se ausentará de las manifestaciones convocadas por el Día de la Mujer para este viernes 8 de marzo. Génova lleva semanas madurando la decisión de secundar o no alguna de las dos movilizaciones convocadas para este día en Madrid y, finalmente, la dirección del partido no estará en la capital y celebrará un acto en Córdoba, según ha podido saber Confidencial Digital de fuentes de la cúpula popular.
El feminismo volverá a dividirse este 8-M por tercer año consecutivo con la ‘ley trans’ y la prostitución como principal grieta entre las organizaciones convocantes. El Partido Socialista acudirá, como es habitual, a la marcha a favor de las leyes impulsadas por el Ejecutivo en la última legislatura, pero la nueva ministra del ramo, Ana Redondo, no ha anunciado qué movilización secundará, según afirman a ECD fuentes de su equipo.
No estarán en Madrid, sino en Córdoba
El PP no se mojará este 8-M. La relación entre las manifestaciones feministas y los populares siempre ha sido convulsa desde 2018; tan pronto las han secundado como se han ausentado. En esta ocasión, la dirección del partido no se ha excusado sino que se ha remitido a la celebración de un acto en Córdoba este viernes que implicará la ausencia de la cúpula del PP en Madrid.
Sin embargo, esta ausencia en las marchas de Madrid no supone que desde el PP no quieran participar de otra forma en las reivindicaciones feministas que sí secundaron el año pasado. En 2018, el partido emitió un vídeo apoyando la lucha contra las desigualdades.
Primera vez desde 2019
La decisión de Génova de desmarcarse de las dos grandes manifestaciones de este viernes, celebradas en Madrid —escenario de las grandes marchas feministas en los últimos años— no se daba desde la llegada de Feijóo. En 2019, el entonces presidente del partido, Pablo Casado, optó por que ningún miembro de la directiva acudiese a la marcha —entonces era una sola— y alegó que estaba totalmente politizada por los partidos de la izquierda. Precisamente, uno de los cánticos —"soy socialista y feminista"
— entonado por las ministras del primer Gobierno presidido por Pedro Sánchez, dejaron en bandeja la justificación al líder popular: “¿Hace falta explicar por qué no hemos ido?”, aseguraban en redes sociales adjuntando el vídeo con el lema cantado por las ministras socialistas.
Sin embargo, el año anterior el PP sí quiso ser partícipe de una de las manifestaciones más masivas del feminismo en los últimos años y colgaron un vídeo apoyando la lucha contra las desigualdades entre hombres y mujeres. En 2020 no acudieron alegando el peligro que suponía la pandemia de la covid-19, mismo argumento que se empleó en 2021. En 2022 sí acudieron en mitad de la crisis interna del PP que terminó con Casado desahuciado de la dirección del partido.
El año pasado, el primer 8-M con Alberto Núñez Feijóo al frente del timón popular, optaron por acudir: “Ya le gustaría a la izquierda que le regalásemos el protagonismo de este día”, afirmaban fuentes de la dirección del PP a ECD hace un año. Pero ahora, Génova no secundará ninguna de las movilizaciones.
División en el feminismo
El Ministerio de Igualdad, dirigido en durante la pasada legislatura por Irene Montero (Podemos), impulsó una serie de medidas que causaron polémica dentro y fuera del movimiento feminista. Principalmente, dos: la conocida como ley del ‘solo sí es sí’ y la ‘ley trans’. La primera supuso la excarcelación de centenares de agresores sexuales y la rebaja de miles de condenas tras unir el abuso y la agresión sexual en un mismo tipo penal.
Esta norma despertó críticas por todos los sectores del movimiento feminista y, el sector más alejado de Montero, —conocidas como feministas clásicas— pidieron su dimisión. La segunda medida, que permitió la autodeterminación de género a partir de 16 años, sin necesidad de ningún tipo de aval parental, médico o judicial y sin tener que someterse a un tratamiento hormonal, supuso la gran fractura en el seno del movimiento. A partir de entonces, las marchas se separaron en el Día de la Mujer.
Mientras la Comisión 8M, cercana a los postulados de Montero, se posiciona a favor de la ‘ley trans’, decenas de organizaciones feministas de Madrid como la MFM —apoyadas por feministas tradicionales como Carmen Calvo o Amelia Valcárcel— han mostrado su rechazo a la norma al considerar que vulnera los derechos de las mujeres.
La nueva ministra apoyó el 25N la marcha alternativa
El presidente Sánchez tuvo claro desde el primer instante que en el nuevo Ejecutivo de coalición con Sumar, la cartera de Igualdad se la quedaría su partido. Sin embargo, la nueva ministra, más reticente a la ley trans, no ha gustado en el sector más amplio del feminismo, que sí apoya la norma. Redondo ha situado, además, al frente del Instituto de la Mujer a Isabel García, que públicamente ha rechazado la autodeterminación de género.
En el Día contra la Violencia de Género, el pasado 25 de noviembre, Redondo secundó la manifestación del feminismo ‘clásico’. Fue la primera vez que una ministra se postula a favor de una movilización que se opone a las leyes impulsadas por el Ejecutivo anterior.
