Elecciones catalanas: Sánchez ordena azuzar el miedo a Junts para frenar una remontada de Puigdemont

1. Activar el miedo a Junts
2. Frenar la remontada de Puigdemont
3. La pinza de ERC y el PSC
4. PNV y PSE han contenido a Bildu
5. Que el PSC se abstenga y gobierne Junts
6. Una amenaza para la gobernabilidad

Pedro Sánchez se ha marcado como principal objetivo, en las tres semanas que quedan hasta las elecciones catalanas del 12-M, evitar que los independentistas sumen mayoría absoluta para gobernar. Eso supondría la demostración, a juicio de La Moncloa, de que la sociedad catalana abre un nuevo ciclo político, tras la aprobación de la amnistía.

Un Carles Puigdemont hiperactivo desde el comienzo de la precampaña para las elecciones catalanas del 12 de mayo ha vuelto en las últimas horas a lanzar una contundente advertencia a Sánchez. Desde su recién estrenado cuartel en el sur de Francia y territorio que el independentismo más radical define como la “Cataluña del Norte”, el expresident insistió el pasado domingo en que si el líder socialista no se pliega ante sus reclamaciones la legislatura se puede dar ya por finiquitada.

“No reflotaremos –aseguró– a un PSOE que se hunde en toda España”. No importa, según mantiene Puigdemont, si el próximo Ejecutivo central esté formado por una coalición de derechas entre PP y Vox, y que como una de sus primeras medidas paralizaría o revocaría la ley de amnistía, para perjuicio en primer lugar del propio líder de Junts, prófugo aún de la Justicia.

El candidato de Junts lo viene amenazando desde hace una semana: cualquier maniobra política para apearle de la Presidencia de la Generalitat tendrá consecuencias para Sánchez. Tampoco ha avisado de que no habrá Presupuestos Generales del Estado si no se corrige el déficit fiscal que denuncia para Cataluña.

Activar el miedo a Junts

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes con acceso a La Moncloa, el objetivo de Pedro Sánchez es que el candidato del PSC, Salvador Illa, se convierta en presidente de la Generalitat y se cumpla la promesa de un nuevo ciclo político tras las elecciones autonómicas del 12 de mayo.

Para ello, Moncloa y Ferraz han dado orden al PSOE de azuzar el miedo a Junts para frenar una remontada del líder de Junts, Carles Puigdemont.

Frenar la remontada de Puigdemont

En el equipo de Sánchez no se pasa por alto que Junts se ha revitalizado con la candidatura de Puigdemont y Pere Aragonés (ERC) podría perder el segundo puesto, que inicialmente le concedían las encuestas.

Pero el independentismo está ahora más fuerte y más movilizado. Roza los 68 escaños de la mayoría absoluta, según algunos cálculos, y aleja la fórmula anhelada por la Moncloa de un gobierno de Illa apoyado por ERC y por los Comunes, si también fueran necesarios.

Luego habría que ver si Esquerra lo respaldaría. De entrada parece que no, según señalan desde ERC, para acabar apoyándole en el último minuto.

La pinza de ERC y el PSC

Por lo pronto, según las fuentes consultadas, el PSC y ERC van a hacer pinza contra Carles Puigdemont. Ambas van a criticar que escenifica un proyecto personalista que en ningún caso busca el bien de los catalanes. La relación entre Junts y los republicanos pasa por uno de sus peores momentos institucionales y personales.

Puigdemont y Oriol Junqueras, líder de ERC, reconocen no dirigirse la palabra, pese haber sido las principales figuras secesionistas en el referéndum ilegal del 1-O de 2017.

En el otro lado de la balanza se encuentra Illa, favorito en las encuestas y que este martes deberá dar cuenta en una comisión de investigación en el Congreso a cuenta de las mordidas de la ‘trama Koldo’ durante su etapa como ministro de Sanidad.

PNV y PSE han contenido a Bildu

Hay que recordar que en la recta final de la campaña para las elecciones vascas del pasado domingo, y ante la ventaja que concedían las encuestas a EH Bildu, los dos partidos que aspiraban a renovar su mayoría de gobierno, el PNV y el PSOE, reforzaron su mensaje del miedo a la izquierda abertzale.

Hasta el punto de que los socialistas vascos se presentaron a las elecciones como “dique de contención” ante EH Bildu, el mismo partido al que el PSOE ha rehabilitado de forma irresponsable y sin el que Sánchez no podría seguir en La Moncloa.

Que el PSC se abstenga y gobierne Junts

Tal y como se contó en ECD, la dirección de Junts planteó hace unas semanas al equipo de Pedro Sánchez que el PSC, liderado por Illa, renuncie a gobernar a pesar de ser el partido más votado y que apoye que sea Junts quien se haga con la Generalitat.

Una propuesta que el entorno de Puigdemont trasladó a la dirección del PSOE tras conocerse el adelanto electoral decidido por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y en medio de las negociaciones finales para la aprobación de la Ley de Amnistía en el Congreso.

En el equipo del expresident explican que Junts y ERC van a someter al test de las urnas sus diferentes estrategias: pactista la de los republicanos, frentista la del partido que lidera Puigdemont.

Una amenaza para la gobernabilidad

En cualquier caso, en Moncloa afirman que Pedro Sánchez se va a volcar para que Salvador Illa llegue a la Generalitat, aunque esto suponga una amenaza para la gobernabilidad. El partido que se quede fuera de un posible acuerdo con el PSC, podría ser tanto ERC como Junts, estaría tentado de retirar su respaldo al PSOE en el Congreso de los Diputados.

En el Gobierno, en cambio, no creen que el riesgo de ruptura sea tan alto. Consideran que a los dos les interesa continuar vinculados al PSOE. Porque la aplicación definitiva de la amnistía tardará varios años en el caso de Puigdemont y de Junqueras, y por la necesidad de seguir vendiendo que mantienen una negociación con el Estado para lograr con el tiempo la independencia.

En cualquier caso, que ERC, Junts y la CUP alcanzaran la mayoría absoluta sería un varapalo para Pedro Sánchez, reconocen fuentes socialistas de alto nivel, porque el presidente ha vendido un nuevo retrato político de Cataluña tras el 12-M.